ALZHEIMER Y DIETA CETOGÉNICA

 

    La enfermedad de Alzhéimer es un drama que no encuentra remedio alguno. Avanza inexorablemente llevandose por delante recuerdos y todas las funciones cognitivas, lenta y progresivamente. Han sido múltiples los ensayos ( fármacos para combatir la proteina beta-amiloide que  se acumula tal si fuese basura ahogando a las nueronas... vacunas...), pero nada ha funcionado, muchas veces con efectos secundarios inasumibles. El generoso dinero destinado a la investigación y el talento cientifico solo han aportado en los ultimos cuarenta años algunos medicamentos (colinomimeticos) de eficacia pobre. 

  El cerebro es nuestro órgano más complejo y el que más energia consume. Pesa el 2% del cuerpo y , sin embargo, consume el 25% de la energia corporal. El principal alimento cerebral es la glucosa pero no es el único, también sabe utilizar las grasas como combustible y este recurso energetico está abriendo una opción terapéutica para muchos trastornos neurólogicos y mentales, entre ellos la temida enfermedad de Alzheimer. 

    La grasa es una fuente energetica muy abundante en nuestro cuerpo ( solo hay que echar un vistazo a tantas barrigas y "michelines" que caminan por las calles), con un inconveniente: no atraviesa la barrera hematoencefálica y no puede llegar al cerebro. Por suerte, la evolución encontró una solución: la cetosis. 

    Los cuerpos cetónicos son una moléculas energéticas derivadas del metabolismo de las grasas en el higado. Se producen cuando estamos un tiempo en ayuno ( ese aliento a cetona tan caracteristico) o cuando disminuimos la ingesta de hidratos de cárbono (dieta cetogénica). Hace años que se conoce que algunas epilepsias rebeldes mejoraban entrando en cetosis. Ahora,  se está viendo que también es útil en demencias como el alzheimer. Varios estudios en animales lo probaron y estudios más recientes demuestran beneficios cognitivos  al seguir una dieta cetogénica durante seis semanas, con una mejoria proporcional a la elevación de los cuerpos cetónicos.

    Hacer una dieta cetogénica no es dificil ( prolongar el ayuno diario saltandose una comida, por ejemplo. "Ayuno Intermitente") y puede completarse con la ingesta de trigliceridos de cadena media disminuyendo hidratos de carbono. 

    Hipocrates, el padre de la medicina, afirmaba hace 2500 años que "la alimentación sea tu medicina". Un aforismo que comienza a vislumbrarse como una opción en una enfermedad tan devastadora como el alzhéimer. 

 ¡Merece la pena probar!



               

Comentarios

  1. Desde luego que merece la pena. Mi madre lo tuvo durante muchos años hasta llegar a no hablar nada no movers...una vida vegetativa absolutamente. Impresionante. Es la peor enfermedad

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